En estos días a los habitantes de Zaragoza y Zaragozanos, parece que nos hubieran regalado a todos unos zapatos nuevos.
Pues parecemos chiquillos boquiabiertos paseando por nuestra nueva ciudad. Si dije, nueva ciudad, pues Zaragoza, no te reconozco.
Yo, por suerte, acostumbrado a viajar y conocer muchos sitios no he dejado de admirar aquellos lugares llamativos y novedosos y hoy no tendría envidia de ninguno.
Hace apenas 7 días corría por la Ría de Bilbao, con sus museos, palacios de congresos, etc... Pero ayer lo hice. Por el Azud que hace navegable mi Ebro, El café del Mar, La pasarela y el puente del Milenio, debajo del funicular.... Por la noche caminar por la Expo, sin poder cerrar la boca. (Suerte que no babeo). Todo esto a dos paradas de autobús de línea, sin tener que coger un avión o Tren. Esa Expo, que con un carácter muy Aragonés, algunos tacharan de Mañolada... (Seguramente, los mismos que no se creen que aquí podemos hacer grandes cosas).
Espero que sepamos conservarlo y sobre todo disfrutarlo, pues también es muy Aragonés, tener un cocina súper equipada y cocinar en un hornillo en el garaje, o tener un salón con todas comedidas del mundo y otra "sala de estar" con lo mínimo.
A disfrutar de los Zapatos nuevos, sentirse orgulloso de ellos y sobre todo a ver si aprendemos a darnos un poco más de Bombo y platillo, que otros con la mitad nos taladrarían todo el día.
