Como no te apertes tu....

Aqui estoy descubriendo que los Manos ( Manhos, perdon sin enhes ni acentos es dificil) descendemos de los chinos.
Luego nos diran a nosotros de cabezudos y testarudos, pero los de aqui se las traen. Son super cuadriculaos y la improvisacion creo que les da miedo.
No te puedes salir de la linea. Aqui disponemos de un autobus para cada equipo, contantando que como mucho somos 9 o 10, por pais. Nosotros ponemos el horario para ir , jugar y volver. hasta alli todo perfecto. Salvo, si lo que quieres es quedarte a ver los partidos de los demas, por lo que pierdes tu autobus.
A los "chimanhos" les resulta imposible que podamos sentarnos en otro autobus para regresar a la misma villa, cosa que resolvemos cordialmente preguntando al entrenador del equipo en cuestion. Pues ellos, lo resuelven de la siguiente manera. Te inmovilizan, sin dejarte salir , ni entrar, cogen el telefono y empiezan a llamar para pedir permisos a no sabemos quien, hasta que hartos pedimos ayuda al entrenador anfitrion que viene a rescatarnos.
Igual que si nos queremos sentar en otra ubicacion del pabellon, para grabar los partidos, aunque esten libres todo el sector vienen tres a decirnos que tienen un sitio reservado para nosotros.
Asi que esta ma;ana, para hacer de espia en el partido Eslovenia - Dinamarca, sali de la villa y tome el Metro. La verdad una experiencia, abarrotado de gente, Dicen que el roce hace el carinho. Cuanto me quieren los chinos. Otra cosa que hace que nos parecemos es en las escaleras mecanicas. En Zaragoza, como en Pekin, nos la tomamos con calma, esperando que nos asciendan, mientras que en madrid o barcelona la gente las sube andando. Durante mi trayecto no consegui imaginarme a Sabina cantando Xitucheng, Zhichunlu, Zhinchunli. tambien fue la curiosidad de todo el pasaje, pues estoy seguro que era el unico "no chino" en todo el tren.Llegue al pabellon como habia previsto, pero despues de caminar un buen trozo por avenidas infintas, pues el metro, no nos deja precisamente cerca.